domingo, 3 de agosto de 2008

...ese ser maravilloso





La primera vez que vi a Dani, hace veintiocho años y le cogí en mis manos, conseguí que la vida, me entregara su regalo más preciado.

Rebelde con causa, desde su primer día; hizo brotar sus dos primeros dientes a los tres meses de su vida. Hoy trata de morder el mundo, por todos sus rincones y pasear su mirada ( bendita mirada ) por lugares en los que habitan gentes que tienen mucho que enseñarle.

Madrid se le quedó pequeño y ya no requería su curiosidad. Así es como nace el viajero. Desde su primera ruta en 2oo6, establece ya un marcado diferencial en las culturas que visita : Tailandia, Grecia y Cuba. Experimentando así un contraste total de civilizaciones e intentando mezclarse con ellas desde el primer momento, para así enriquecer su sabiduría humana y humanizante.

Con períodos largos de tiempo, a veces, en 2007 conocería Islandia,Turquía, EE.UU., México y Perú.

En todas ellas ha establecido relaciones con las gentes autóctonas y con los que como él, ligeros de equipaje, caminan sin hacer ruido, trasladando de un sitio a otro sus soledades y emociones.

En cualquier momento me hace participar de sus vivencias, a través de las fotografías que realiza y así imaginariamente sigo sus pasos, consiguiendo a veces que crea que es real.

Cada país que conoce es un " sueño cumplido " como el lo denomina y en estos dias, muy despierto, planifica sus nuevos viajes. En esta ocasión buscará soñar en Israel, India, Brasil, Bolivia o Colombia.

Dani, uno más entre los miles de viajeros nómadas, que surcan la tierra en busca del otro, me enseñó que ser ciudadano del mundo, no es un estereotipo, sino lo mas grande que puede llegar a sentir el ser humano.

Dani, es mi hijo.

Que una vez más sus sueños se cumplan.