jueves, 29 de mayo de 2008

En todas direcciones









Tres temas subyacen en su producción: imágenes casi específicas de Galicia, los problemas ecológicos y la marginación de sus gentes, entremezclados con un propósito concreto de estrechar el arte con la realidad más identificable.

En el primer paquete de su muestra, Plácido enmarca temas de religión, trabajo del niño rural, familias marineras y la consustancial soledad de un buen puñado de gallegos para quienes la " saudade " ha sobrepasado sus límites. La gravedad de la aceleración destructiva conforma un segundo plano de su arte para acentuar su interés en la marginación con sus múltiples vertientes de prostitución, homosexualidad, trato a las empleadas de hogar, ancianos y otros retazos de la vida misma en su cara más deprimida y deprimente.

Plácido trasciende lo puramente artístico, renunciando a la exquisitez de la plasmación para situarse en condiciones de establecer comunicación directa con el público con el que pretende mantener un diálogo vital, sin permitir que la técnica como tal obstaculice lo que de vitalidad encierran las imágenes. Ello no significa que en su amplio capital profesional renuncie a destacar esa fundamental faceta purista del arte cuando sus obras vayan a ser colgadas en una galería u otros lugares en donde se impongan dichos recursos.

En la producción de Plácido L. Rodriguez prima el estilo propio, sin standarizaciones que solamente gregarizan el conjunto. Impone la fotografía directa al montaje y se esmera en la iluminación.

Su fotografía podría enmarcarse en una etapa reivindicativa y contestataria, que otros han cubierto ya, pero que resulta imprescindible para recorrer el proceso natural de este tipo de arte. Y, en este afán procura y logra que la realidad lo sea más que la vida misma, añadiendo cuantos elementos configurativos ayudan a conseguirlo.


José Aurelio Carracedo. 1985

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