PLÁCIDO L. RODRÍGUEZ y su visión de Galicia Los que no somos gallegos pero que, por amor a Galicia, estamos siempre buscando esa tierra a través no solo de los viajes a la misma sino en su literatura, sus fotografías y cualquier otro medio de expresión que nos acerca a ella, sabemos que hay un predominio de narración de esa parte mítica, de leyenda, de antropología profunda, que sin duda nos subyuga, atrae y enraíza hasta el alma con la cultura gallega. No obstante, todos sabemos que el ver cualquier realidad a través de un único prisma, corre el peligro de que tomemos la parte por el todo, y hagamos que una visión unilateral se convierta en manido tópico de lo global y ricamente multifacético. Galicia es rica culturalmente hablando, en su pasado y en su presente, y el fotógrafo, del que podemos admirar ahora su obra, nos ofrece otra óptica alejada de la anterior, que viene a complementar la misma enriqueciendo el mosaico de su realidad. Plácido ha realizado un trabajo que lo sitúa en un movimiento muy de nuestro tiempo: ser fotógrafo de la experiencia. Plácido nos invita a compartir con él esa visión que, no por cotidiana, somos capaces de interiorizar en nuestro día a día, a no ser que alguien nos la ponga delante. Plácido eligiendo perfectamente el lenguaje fotográfico apropiado, en este caso el color, y seleccionando temas del entorno que nos rodea, ha conseguido darnos una visión personal del presente de Verín. Y ha sido ecléctico, flexible y rico en sus planteamientos, procurando no dejar nada fuera porque todo forma parte de esa realidad en la que vivimos inmersos: una fachada comercial, una bella arquitectura urbana, un paisaje natural, una máscara de carnaval, un ambiente de interior. Y todo ello con el valor añadido de la visión personal del autor, que ha sabido hacer un planteamiento plástico y subjetivo, en el que la elección de un encuadre determinado, la utilización de las luces o la combinación de colores, hacen de sus fotografías algo realista y al mismo tiempo bello. Será difícil para el espectador que contemple esta exposición, pasear después por Verín sin asociar lo que vea a estas imágenes que tiene delante; y quizá, lo que tenga que agradecerle a Plácido sea el reparar por primera vez en detalles de este entorno, en los que antes no se había fijado. Y este es precisamente el mérito de los fotógrafos de la experiencia: que, al transmitirnos la suya, amplían enriquecedoramente la visión de la nuestra. Mª Teresa G. Barranco. 2000 Presidenta de la Real Sociedad Fotográfica de Madrid. |
lunes, 2 de junio de 2008
Verín: foco de contrastes.
LA BÚSQUEDA
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1 comentario:
Las nubes oscuras y las tormentas encierran lluvia fecunda y después, a veces, muchas veces, sale un sol ligerito...el sol de las gallinas, no? aprovecha los nubarrones y disfruta del sol.
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